sábado, 26 de agosto de 2017

Cuidados Culturales El Suelo

El suelo debe ser atendido todo a lo
largo de su ciclo. Los cuidados culturales,
o sea, los que se deben hacer desde la
emergencia hasta la precosecha, van
variando según el estado de desarrollo
y pueden agruparse en tres clases:
SUELO - MALEZAS - INSECTOS
    
EL SUELO
En los planteos de labranza convencional,
el mantenimiento del buen estado del suelo
se limita a una o dos escardilladas.
En muchas ocasiones se lo hace como una
simple rutina, sin analizar el porqué ni
su necesidad real.
Cuidados CulturalesEl escardillo
La función del escardillo es doble:
al remover la capa superficial del suelo
ayuda en el control de malezas; también
produce la rotura de una eventual 
costra superficial.
Su importancia en la eliminación de
malezas, si bien sigue siendo útil, ha
perdido la importancia que tenía
originalmente, por la aparición y uso
difundido de los herbicidas de
preemergencia y, últimamente, de los
graminicidas específicos para maíz,
como el nicosulfurón.
Sigue teniendo importancia como
técnica para romper la costra que, en
algunos suelos, suele producirse
luego de una lluvia intensa, permitiendo
una mejor infiltración de lluvias
posteriores y una mejor aireación del
suelo, y facilita una mejor penetración
de insecticidas que deban aplicarse
para grasienta y otras plagas.
EL ESCARDILLO
VENTAJAS
Control mecánico de malezas.
Rotura de costra superficial.
Rotura de capilaridad.
Facilita el ingreso de insecticidas al suelo.
DESVENTAJAS
Promueve la germinación de malezas.
Profundo: corta raíces y deseca el suelo.
No mejora la resistencia al vuelco.

Una escardillada superficial también disminuye la pérdida de agua del perfil, por
rotura de la capilaridad.
El uso del escardillo también tiene sus inconvenientes: al removerse el suelo se
pone en condiciones de germinación a muchas semillas de malezas. Esto puede 
remediarse aplicando una media dosis de atrazina en el entresurco con un equipo
pulverizador montado sobre el escardillo.
Otro problema que se ve con frecuencia es que se escardilla demasiado profundamente, sin que haya razón para hacerlo. Esto es perjudicial en dos sentidos: corta raíces superficiales de las plantas y promueve el desecamiento del suelo; en ambos casos, aumenta la situación de stress del maizal.
Un argumento a favor de las escardilladas profundas fue la presunta mejora en la 
resistencia al vuelco de las plantas, que quedaban "apuntaladas" por el camellón que se forma. Hoy se ha demostrado que esto es erróneo, al comparar del porcentaje de plantas volcadas en siembra directa (sin escardillo) con el producido en labores convencionales.
La resistencia al vuelco es función de la genética del híbrido y de la profundidad a la que penetran sus raíces: más vale un suelo de fácil penetrabilidad, sin piso de arado o de disco, que una escardillada profunda.

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