sábado, 26 de agosto de 2017
“MANEJO Y PRODUCCIÓN DE PORCINO”
1.- INTRODUCCIÓN
A grandes rasgos las cifras que definen el sector porcino en España son: a) la cabaña
porcina supera los 25 millones de cabezas, alrededor del 25% en Catalunya, b) se
produce casi 3,5 millones de Tm de carne al año (2,8% del mundo) de las que se
exportan alrededor del 25% y c) aproximadamente el 60% de la producción se
comercializa en fresco y el 40% se destina a la industria transformadora.
La importancia económica del sector es evidente. En los últimos años la producción
final porcina española ha representado alrededor de un 30% de la producción final
ganadera y un 10% de la producción final agraria. En Catalunya es incluso más
importante al suponer un 50% de la producción final ganadera y un 30% de la
producción final agraria.
Contamos con dos subsectores de producción claramente diferenciados, la porcicultura
de carácter intensivo, que engloba alrededor del 90% del total, y la extensiva o
semiextensiva, representada mayoritariamente por el cerdo ibérico. La porcicultura
intensiva tiene por objetivo ofrecer un abanico de productos cárnicos de calidad
garantizada a precios asequibles y competitivos con otros productos alternativos; los
productos del cerdo ibérico suelen ser más exclusivos ofreciendo una mayor calidad
generalmente a un precio más elevado.
En este manual nos referiremos casi exclusivamente a la porcicultura intensiva que,
además, es muy mayoritaria en Catalunya y comunidades limítrofes.
Hasta casi la mitad del siglo pasado, el engorde de cerdos se realizaba a muy pequeña
escala y tenía interés especialmente en las zonas rurales y pueblos, en régimen de
autoconsumo, y en menor medida en las ciudades. En estas condiciones los cerdos
destetados (12-20 kg) eran adquiridos en ferias y mercados que se celebraban a finales
de primavera o durante el verano y la alimentación era el factor decisivo para alcanzar
el peso al sacrificio por encima de las 12 o 13 arrobas (1 arroba equivale a 11,5 kg)
durante los meses del invierno. Los animales consumían productos vegetales: patatas,
remolachas y restos de verduras convenientemente cocidas y aderezadas con salvado y
en ocasiones con harina de cereales. El producto resultante era una canal muy engrasada
con una grasa firme lista para ser conservada durante varios meses.
Con la aparición de las fábricas de piensos en los años 50-60, se inicia en España la
moderna porcicultura, tal vez mimetizando el desarrollo un poco anterior de la
avicultura. En el último medio siglo el panorama ha evolucionado de forma espectacular;
a la sombra de las fábricas de pienso aparecieron las granjas en “ciclo cerrado”,
ganaderos que gestionaban entre decenas y algún centenar de cerdas reproductoras. En
un lugar físico único convivían cerdas, verracos, lechones y cerdos de engorde hasta su
traslado al matadero. En los años 70 aparecieron las primeras empresas productoras que,
ligadas o no a una fábrica de piensos, gestionaban distintas granjas con objeto de reducir
costes y obtener el máximo beneficio de la comercialización. Un poco más tarde, en los
años 80 y 90, estas empresas se convirtieron en grandes integradoras justificando la
aparición del sistema de producción “en fases”; las madres, los lechones destetados y
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los cerdos en crecimiento y engorde se alojan en instalaciones separadas a varios
kilómetros de distancia. Este nuevo sistema permite especializar la producción, obtener
beneficio de un proceso de economía de escala y además aprovechar algunas ventajas
sanitarias.
Con la llegada del nuevo siglo, el sector porcino dirige su atención preferentemente a
dos cuestiones: 1) implementar soluciones más eficientes para viejos problemas
(generar nuevas líneas genéticas, mejorar las instalaciones, optimizar el ciclo
reproductivo, la alimentación y el control de enfermedades, aplicar sistemas de gestión
técnica y económica más precisos y resolutivos,….) y 2) abordar nuevos retos que
permitan ofrecer un mejor servicio al consumidor y a la sociedad en general. Entre estos
nuevos retos podemos señalar los siguientes: a) obtener carne y productos cárnicos de
calidad contrastada con las máximas garantías de salubridad y trazabilidad, b) garantizar
las condiciones de bienestar animal en todas y cada una de las etapas de la cría, el
transporte y el sacrificio y c) generar una especial sensibilidad en aspectos
medioambientales derivados de la actividad ganadera e industrial asociada al porcino.
Para alcanzar estos nuevos retos es imprescindible redefinir el sector productivo. En la
concepción actual, el sector “carne porcina” integra no sólo el subsector de producción
ganadera propiamente dicho (granjas y empresas de producción de cerdos) sino también
los subsectores de transformación y comercialización (mataderos, salas de despiece y de
fileteado) y de venta (mayoristas, gran distribución y/o comercio tradicional). De hecho
en los últimos 50 años hemos asistido a una redistribución muy importante del valor
añadido generado por el sistema; mientras en los años 60 el sector de producción
representaba la mitad de este valor añadido, actualmente obtiene poco más del 30% y es
el sector de venta el que más valor añadido gestiona (alrededor del 50%).
Mientras el sector ganadero está muy verticalizado, la integración es muy alta dentro de
la fase ganadera (60-70%) incluyendo fábricas de pienso y cría y engorde de cerdos, la
integración de esta fase con la industria (mataderos, salas de despiece y/o fileteado y
distribución) es prácticamente inexistente. En las condiciones actuales es imprescindible
lograr una organización del sector de carácter interprofesional que permita hacerlo
competitivo para mantener los mercados actuales y abrir nuevos horizontes y realizar
una labor de información y concienciación del consumidor destinada a mejorar la
imagen pública de la carne de cerdo y de la industria porcina.
En cualquier caso el objetivo de este manual es facilitar al alumno,
mayoritariamente poco conocedor de la ganadería, un primer acercamiento al
sector porcino en general y a la granja porcina en particular. El contenido de las
siguientes páginas se centra en la fase ganadera y muy especialmente en los principales
eventos y rutinas que caracterizan el manejo del ciclo reproductivo y productivo del
ganado porcino. En concreto se describen muy brevemente aspectos y peculiaridades
referidas a: 1) etnología y genética aplicada, 2) ciclo productivo y producto, 3)
instalaciones porcinas, 4) manejo del ciclo reproductivo, 5) manejo sanitario, 6) manejo
de la alimentación, 7) principales problemas comportamiento, y 8) economía del
proceso.
Es altamente recomendable que el estudiante realice una primera lectura de este
manual antes de realizar las prácticas de manejo porcino en granja.
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2.- ETNOLOGÍA Y GENÉTICA APLICADA
Los sistemas intensivos de producción se caracterizan por utilizar razas muy mejoradas
genéticamente, criados en el interior de naves y con un manejo nutricional basado en la
utilización de alimentos concentrados o piensos compuestos.
El cerdo blanco que se sacrifica en el matadero es un producto que incorpora una gran
tecnología, fruto de la selección genética y de una alimentación y unos sistemas de
manejo altamente tecnificados.
Los cerdos de matadero son animales cruzados, híbridos comerciales, cuyas razas
paternas dependen de lo que demanda el mercado. En general, para consumo en fresco,
los carniceros demandan canales de gran desarrollo muscular. Para la fabricación de
jamones y embutidos, en cambio, la calidad de la carne (el veteado o grasa
intramuscular, así como cierto flavor) resulta primordial.
La selección genética se ha realizado de acuerdo con estas premisas y también
considerando la minimización de los costes. Para ello ha sido fundamental aumentar la
productividad numérica (número de lechones destetados por cerda y año)
principalmente a través de la selección de la prolificidad y también mediante un
adecuado manejo reproductivo.
Dicha selección genética fue una opción estratégica de distintos países en el siglo
pasado, pero ha evolucionado en la mayoría de los casos a ser una actividad
desarrollada por un número cada vez más reducido de empresas que extienden su
actividad por distintos países e incluso continentes. En Catalunya, al igual que en
España, los cerdos que se comercializan son descendientes de distintos esquemas de
selección e hibridación desarrollados por las siguientes firmas comerciales (por orden
alfabético):
- Degesa JSR: empresa originariamente española que adquirió la firma inglesa JSR.
En la actualidad se ha expandido a Latinoamérica.
- Hypor: perteneciente al grupo Hendrix Genetics, uno de los dos grandes grupos de
selección de aves.
- Pig Improvement Company (PIC): perteneciente al grupo Genus que engloba
también a la empresa ABS dedicada a la selección de bovino de leche y de carne.
- Selección Batallé: empresa originariamente catalana que ha extendido su radio de
acción a distintos países europeos.
- Topigs: multinacional holandesa con implantación mundial.
- UPB: empresa originada en el Reino Unido, ahora bajo control de empresarios
catalanes y con amplia implantación exterior.
La razón por la cual se ha producido esta situación puede entenderse fácilmente si
observamos la pirámide de mejora de una empresa de selección, en este caso, Selección
Batallé.
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Figura 2.1. Esquema genérico de selección en el ganado porcino.
El esquema (figura 2.1.) nos indica que los resultados del esfuerzo de selección
realizado en unos pocos animales, el núcleo que se encuentra en la cúspide de la
pirámide, se multiplican enormemente. En este esquema podríamos decir que la
selección realizada en cada animal del núcleo se transmitirá a 1745 animales
sacrificados en matadero y, a su vez, los costes de selección originados en el núcleo se
diluirían entre el mismo número de animales. Estas cifras son bastante elocuentes y
ponen de manifiesto por qué el trabajo de selección puede convertirse en una actividad
empresarial.
No obstante, las razones económicas no son las únicas que han propiciado la aparición
de estas empresas. La selección porcina requiere una sofisticada tecnología que incluye
desde estudios de mercado para ver qué demandan los consumidores de los distintos
países, lo cual determina los tipos genéticos a utilizar y los objetivos de selección que
permiten obtenerlos, hasta modernos métodos de computación para realizar las
evaluaciones genéticas a partir de ingentes bases de datos, pasando por un riguroso
conocimiento de las técnicas de manejo reproductivo (celos, inseminaciones) y de la
alimentación y las prácticas para mantener la bioseguridad del sistema, cruciales éstas
en todo esquema de mejora.
El esquema muestra que existen unos animales que denominamos abuelas y bisabuelas
(también abuelos y bisabuelos) que serían de raza pura, mientras que en el estrato de
producción aparecen animales híbridos, aunque estrictamente deberíamos hablar de
animales cruzados. Son animales híbridos las madres productoras de los lechones que
irán al matadero y, asimismo, los mismos lechones, ya que son el resultado de cubrir
estas madres híbridas con semen de machos de otra u otras razas. La razón para utilizar
animales cruzados es el aprovechamiento de la complementariedad de las razas (unas
son mejores como madres, mientras que otras aportan, por ejemplo, un mayor desarrollo
muscular), así como el vigor híbrido que aporta un plus a la prolificidad de las hembras
cruzadas y a la supervivencia de los lechones.
En la zona de dehesa de la península Ibérica existe una importante producción de Cerdo
Ibérico que se cría básicamente bajo un sistema extensivo y aprovecha los pastos de
montanera y la producción de bellotas. La producción es de tal magnitud que una parte
de los cerdos de matadero deben cebarse o bien acabar su periodo de engorde en
cebadero. En este tipo de producción se busca la calidad organoléptica de los productos
curados (jamones, embutidos), lo cual se logra criando animales pertenecientes a
distintas variedades de cerdo Ibérico que se seleccionan siguiendo el esquema acordado
por la asociación de criadores (AECERIBER).
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De lo expuesto hasta ahora se intuye que existen unas razas o líneas que han dado lugar
por selección a las bisabuelas y abuelas actuales. Las razas porcinas pertenecen a la
especie Sus scrofa domesticus y fueron domesticadas hacia el año 7000 a.C. Desde una
perspectiva etnológica y según el perfil de su cabeza las razas porcinas se clasifican en:
a. Perfil recto: razas de tipo céltico.
b. Perfil subcóncavo: razas de tipo mediterráneo e ibérico.
c. Perfil cóncavo: las actuales razas europeas mejoradas, procedentes de cruces entre
razas chinas y europeas.
d. Perfil ultracóncavo: razas chinas.
Atendiendo a las características productivas, las razas porcinas se clasifican en:
1. Razas reproductoras o razas maternas: Son razas muy especializadas en los
parámetros reproductivos como son: la manifestación del comportamiento en celo,
prolificidad (lechones nacidos/hembra), producción lechera y la buena aptitud
maternal hacia sus lechones. Cabría citar a las razas chinas.
2. Razas productoras de carne o líneas padre: razas seleccionadas por sus
parámetros de producción de carne como: velocidad de crecimiento (gramos de peso
ganados diariamente), índice de conversión de los alimentos (kg de alimentos
necesarios para ganar 1 kg de peso vivo), rendimiento en canal (kg de peso de canal
/kg de peso vivo del animal), carnes muy magras, con escasa grasa intramuscular.
Destacan las razas Pietrain y Blanco Belga.
3. Razas Mixtas: o razas con una combinación de caracteres maternales y de
producción de carne. Aquí cabría citar las razas Landrace, Large White y Duroc.
4. Razas rusticas: Razas cuyo principal objetivo es una buena adaptación al medio
donde se producen. Son razas utilizadas en sistemas al aire libre, como el Cerdo
Ibérico.
Las particularidades de algunas de las razas citadas son las siguientes:
1. Large White (denominación en Europa) o Yorkshire (denominada así en USA): Con
origen en el Reino Unido tiene aptitud mixta, pero normalmente se usa como línea
madre (elevada prolificidad). Capa completamente blanca, con perfil de la cabeza
cóncavo y orejas erectas. Se considera la raza más utilizada en las explotaciones
intensivas.
2. Landrace: Originaria de Dinamarca, tiene aptitud mixta y se utiliza frecuentemente
en cruce con la raza Large White para dar lugar a las híbridas comerciales. Capa
completamente blanca, orejas en visera hacia delante y típica forma de zepelín. Su
carne es magra.
3. Blanco Belga o Landrace Belga. Es un Landrace mejorado en Bélgica: Es un línea
padre muy especializada con una alta velocidad de crecimiento y una buena
conformación de la canal. Morfológicamente muy similar al Landrace pero con
mayor desarrollo muscular. Utilizado sólo en sistemas intensivos.
4. Pietrain: Origen Belga. A esta raza se la denomina el cerdo de los “4 jamones” por
su excepcional conformación de la canal. Una raza de línea padre muy especializada.
Su capa es blanca con grandes manchas de diversas tonalidades y tamaños,
distribuidas de forma aleatoria. Orejas hacia arriba.
5. Duroc: Origen USA. Es una raza muy equilibrada con aptitud mixta y utilizada en la
línea materna o paterna según los objetivos para los que haya sido seleccionada.
Buena conformación de canal y calidad de carne (es reconocido su veteado y su
flavor). Su capa es roja oscura, con orejas en visera y patas largas, lo que permite
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también ser utilizada para producir en sistemas al aire libre, por ejemplo en cruce con
cerdos Ibéricos.
En producciones al aire libre o semiextensivas, las principales razas utilizadas
pertenecen al Tronco Ibérico: son las razas autóctonas de tipo Mediterráneo explotadas
en el sur de la península Ibérica y productoras de los famosos jamones y embutidos
ibéricos. Son líneas mixtas y rústicas, utilizadas por la gran calidad de su carne.
Animales con capas oscuras y variada coloración según su localización geográfica
(Andalucía, Extremadura, etc) con orejas grandes y caídas. Las más conocidas son el
Negro Ibérico, el Cerdo de Jabugo y el Retinto Extremeño.
Figura 2.2. Principales razas utilizadas actualmente en porcicultura:
a) Large White b) Landrace
c) Blanco Belga d) Pietrain
e) Duroc f) Negro Ibético
Información sobre razas porcinas: http://www.ansi.okstate.edu/breeds/swine/
A efectos de que el alumno conozca algunos parámetros productivos y reproductivos
que las líneas genéticas modernas pueden alcanzar en buenas condiciones de manejo y
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